Unpopular opinion – Capitulo 1
En el día a día de los procesos de selección y búsqueda de empleo, tanto los reclutadores como los candidatos tienen sus propias batallas. Los reclutadores están como malabaristas tratando de equilibrar las demandas del empleador con las expectativas de los candidatos. Mientras tanto, los candidatos se sienten como en una montaña rusa, tratando de destacar entre la multitud y encontrar su oportunidad dorada. Entre largas esperas y poca retroalimentación, ¡a veces parece que todos estamos en el mismo barco de la incertidumbre laboral!
ASPECTOS A MEJORAR POR NUESTRA PARTE
- No Juguemos al Escondite: Imagina esta situación: estás buscando tu próximo desafío laboral y encuentras una oferta genial, pero falta algo importante: ¡la información sobre el salario! Es como intentar armar un rompecabezas sin todas las piezas. La falta de transparencia salarial es como una sombra que oscurece el proceso de contratación, haciendo que los candidatos se pregunten qué es lo que realmente están ofreciendo. Ser transparentes desde el principio no solo es justo, sino que también construye una base sólida de confianza entre la empresa y los futuros empleados.
- Tic Tac: Mantener a un candidato esperando durante una entrevista de trabajo, ya sea de forma presencial o telemática, es un patinazo feo en el mundo del reclutamiento. Piénsalo como si estuvieras en una cita y la otra persona llega tarde sin dar señales de vida. ¡No es precisamente una primera impresión estelar! Es como si dijeras: «Toma, tienes toda la tarde libre, ¿verdad?». No solo es una falta de respeto por el tiempo del candidato, sino que también da una mala impresión sobre la organización en general. La puntualidad es clave, ¡así que no hagamos esperar a la gente sin razón!
- ¿Hola?, ¿Hay alguien ahí?: Los/as recruiters somos como malabaristas en un circo de talentos, tratando de equilibrar múltiples tareas y mantener todo en movimiento. A veces, entre revisar cvs, coordinar entrevistas y negociar ofertas, el tiempo se escapa más rápido de lo que podemos controlar. Además, también dependemos de la información que recibimos del cliente para dar feedback a los candidatos. Dar feedback puede ser un desafío, pero incluso un mensaje rápido puede hacer una gran diferencia para los/as candidatos/as. ¡Pongámonos en su lugar, todos/as somos candidatos! Os pedimos perdón si se nos pasa.
CANDIDATOS/AS, APUNTAD ESTO!
- Postularse a lo loco: Imagina que acabas de graduarte en ADE y decides postularte para ser director financiero en una multinacional, o que estás comenzando como desarrollador y te lanzas a aplicar para ser arquitecto de software senior. Es como querer manejar un avión sin haber aprendido a volar primero.
- Expectativas Salariales: Ponte en la situación, estás hablando con un recruiter y, de repente, dices algo como: «Por ese salario, ni me levanto del sofá». O te inscribes en una oferta de trabajo sin siquiera leer las condiciones detenidamente. Y luego, cuando te llaman, les dices: «Ah, ¿por eso me llamáis? No, gracias».
Decirle a un recruiter que el salario ofrecido no es suficiente, cuando está determinado y especificado, o insistir en negociar con la empresa de primeras, es como cerrar la puerta antes de siquiera entrar a la habitación. Y postularte para una oferta sin leer las condiciones es como comprar un billete de avión sin saber a dónde te lleva.
En resumen, ser honesto sobre tus expectativas salariales está bien, pero hacerlo de manera brusca o insensible no es la mejor estrategia. Y es crucial leer detenidamente los detalles de una oferta antes de postularte para no terminar perdiendo el tiempo tuyo, el nuestro y el de nuestros/as compañeros/as.
- Feedback: Mostrar interés y buscar feedback de las entrevistas es muy positivo, ahora bien si estás esperando una respuesta después de una entrevista, y comienzas a enviar mensajes al o la recruiter cada dos por tres, tipo: «¿me has olvidado ya?». Es como estar la parte de atrás del coche en un viaje largo y preguntar constantemente al conductor si falta mucho para llegar, ¡puede resultar un poco agobiante! Preguntar por feedback después de un tiempo es como enviar un mensaje casual para recordarle a tu amigo que te debe un favor. Muestra interés, pero sin ser demasiado insistente. ¡Recuerda que el equilibrio es clave en todo!